¿De qué se trata?


La Tierra no es estable sino que, sometida a fuerzas internas y externas presenta una continua evolución, un presente y un pasado que se reconstruye en forma asombrosa.

La característica esencial de la Tierra es el dinamismo. Las capas atmosféricas, las aguas de los ríos y océanos, el interior de la corteza; todo está sujeto a movimientos y a cambios. Cada fenómeno influye sobre los otros, dándole al planeta un ritmo vital.


Es necesario, pues, conocer los acontecimientos físicos en sí mismos, para comprender la incidencia que la naturaleza abiótica ejerce sobre los seres vivos y cómo estos influyen de forma positiva o negativa en la natural evolución de la Tierra.

A través de esta asignatura se pretende lograr que el alumno adquiera un conocimiento más exacto de este conjunto de elementos: aire, mar y tierra, que nos rodea y que son la base de todo desarrollo biológico y humano. Es fundamental conocer el sustrato físico del ambiente, su dinámica, sus fenómenos, sus interacciones y sus procesos para comprender cómo éste funciona y poder analizar su problemática.

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